La restauración de paisajes degradados y suelos agotados puede ayudar a mitigar el cambio climático, respaldar medios de subsistencia sostenibles y mantener la biodiversidad, y es esencial para contribuir a la seguridad alimentaria. Pero para lograr un cambio real sobre el terreno, los países necesitan algo más que soluciones técnicas; también necesitan herramientas y enfoques en torno al financiamiento, la implementación, el monitoreo y la resolución de conflictos.

CIFOR-ICRAF está trabajando para ayudar a los países a cumplir con sus objetivos de restauración mientras el mundo cobra impulso para la restauración de casi 1000 millones de hectáreas de tierras degradadas en virtud de los compromisos de las Convenciones de Río y el Desafío de Bonn¹.